¿Has notado recientemente la presencia de manchas rojas en tus ojos? Como pequeñas explosiones en el globo ocular que dejan una fea secuela en tu vista. Son las denominadas manchas rojas, que se refieren a un problema que debes atender de inmediato, por las razones que te explicamos a continuación. Te ofreceremos información sobre las denominadas manchas rojas en los ojos, también conocidas como hemorragias subconjuntivales.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Qué son estas manchas rojas?
Se trata de una patología ocular correspondiente al rompimiento de los vasos sanguíneos capilares que existen en la conjuntiva. Esta es una membrana elástica, transparente y sumamente resistente que protege la zona bulbar del ojo. Trata de imaginar el mismo como una esfera débil que requiere protección y la misma se la ofrece la conjuntiva. Ahora bien, como todo órgano vivo, requiere de sangre para nutrirse. En este caso, los capilares pueden romperse y dar origen a la mancha roja.
La misma es subconjuntival porque se produce entre las paredes exteriores del ojo y la denominada zona bulbar, por lo que no puede drenarse de manera sencilla y se evidencia en esta mancha que hemos descrito. Es lógico pensar que no sea un mal menor, pero tampoco un asunto grave.
¿Por qué se producen las hemorragias subconjuntivales o manchas rojas en nuestros ojos?
La cantidad de factores es muy extensa y su origen diverso. Lo esencial en este caso, es que debemos considerar este tejido de la conjuntiva como sumamente delicado y expuesto, lo que lo hace propenso a accidentes que ocasionan estas hemorragias. Es decir, es necesario estimar, como en el resto de nuestro cuerpo, la fortaleza natural de los órganos que lo componen y la situación particular del organismo. Por ello, cuando existe una debilidad en los tejidos, pueden presentarse situaciones que originan las hemorragias. Por ejemplo:
- Estornudos a un nivel muy fuerte. Los mismos generan un incremento repentino y brusco de la presión arterial, con las lógicas consecuencias sobre los vasos capilares.
- Tos o expectoraciones de mucha contundencia, es común en el sincope tusígeno.
- Roces excesivos de los ojos por molestias previas que ocasionen rompimiento de los capilares.
- Igual que el punto anterior, cualquier traumatismo directo en el ojo puede exponerlo a sufrir una hemorragia.
- Esfuerzo excesivo con incremento del mismo en la zona craneal.
- Espasmos producidos por el vómito y las arcadas que lo acompañan.
- Algunas condiciones médicas que generan debilidad en los tejidos como en el caso de la diabetes o cuadros hipertensivos.
- Debilidad capilar en casos como hemofílicos o personas que consumen anticoagulantes para manejar cuadros de endurecimiento arterial. Estos son cuadros concurrentes que deben ser manejados interdisciplinariamente cuando se producen en enfermos crónicos, es decir entre el oftalmólogo especializado y el especialista cardiovascular.
Efectos de la hemorragia subconjuntival
En muchos casos, las personas no sienten que se ha roto un pequeño vaso sanguíneo y solo se percatan cuando otra persona hace mención del mismo o al mirarse al espejo. De hecho, su incidencia, casi nunca es grave y no requiere de una medicación especial. Sin embargo, en algunos casos, las consecuencias pueden relacionarse con problemas en la estructura del ojo y las mismas, se puede relacionar con pérdidas de efectividad en la protección que ofrece la conjuntiva.
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Tratamiento, ¿Cómo manejar las hemorragias subconjuntivales o manchas rojas en los ojos?
Como hemos indicado anteriormente, no se trata de un problema grave o serio que afecte la visión. De hecho, se produce en un área en la que no se compromete el sentido y el funcionamiento del sistema de visión. Así mismo, es común que las manchas desaparezcan una vez transcurrida una semana más o menos, porque la sangre acumulada termina siendo absorbida por el organismo.
En función de lo anterior, no se encuentran tratamientos específicos relacionados con el problema, que además, es más que todo, estético. Sin embargo, en caso de molestias, muchos oftalmólogos suelen recomendar la aplicación de lágrimas artificiales para reducir la fricción.
Otra recomendación es suspender el uso de lentes de contacto mientras se presente el hiposfagma con la intención de reducir cualquier tipo de fricción.
Y en el caso que sean muy frecuentes
Es un punto interesante, porque más allá que son casi espontaneas, su recurrencia señala un problema de fondo que debe ser abordado a través de una exploración especializada del mismo. En estos casos, puede deberse a una condición de la tensión ocular alta. Es importante acotar que no se relaciona con la presión intraocular, sino con el sistema en general.
Otro aspecto que debes considerar se refiere a la posibilidad de un sangrado externo, que evidencia una condición muy diferente. Las hemorragias subconjuntivales se limitan a la zona entre la conjuntiva y el área bulbar, por lo que nunca drenaran al exterior. Así mismo, debes considerar si existe sangre en el iris, que tampoco forma parte del contexto de este tipo de problemas.
Los hiposfagmas como también se conoce a estas manchas rojas en los ojos no causan dolor, no problemas de enfoque. Por ello, si se produce una hemorragia y tienes estos síntomas, debes acudir de inmediato al oftalmólogo porque se trata de otro problema muy diferente a la hemorragia subconjuntival. En estos casos, existe el riesgo de un derrame en la córnea, que expone una situación de atención inmediata.
Finalmente, debe llamar nuestra atención, no solo la frecuencia, sino la intensidad de la hemorragia. En efecto, por norma general, se trata de pequeñas manchas que no ocupan mucho espacio en nuestros ojos y que desaparecen en menos de 10 días. Si son mayores a esto, existe una posibilidad para otro problema más grave que debe ser atendido por un oftalmólogo especialista.