Algunos problemas en nuestros ojos son cosas sencillas de resolver, y más frecuentes de lo que muchos piensan. Un caso bastante persistente es el de la resequedad en los parpados. La misma tiene diversas causas y puede ser reducida en la medida en la que tomamos en consideración varias consideraciones.
¿Qué encontrarás en este artículo?
La delicada estructura ocular
Si algo caracteriza a la zona en la que se encuentra nuestro sistema visual es precisamente su delicadeza. Podríamos decir que es un área frágil, que necesita de cuidados extremos.
Específicamente, los parpados están constituidos por una piel sumamente fina y cuya afectación es casi inmediata cuando nos vemos expuestos. Por eso, la resequedad en los parpados es una situación bastante frecuente. A la misma se le denomina dermatitis palpebral.
Algunos tipos de dermatitis palpebral
Existen varios tipos que debemos considerar para establecer cualquier tratamiento.
La dermatitis atópica
Es el nombre que recibe una de las alternativas para este problema de resequedad. No es particular de los parpados, sino de la piel en general, y se caracteriza por la sequedad, irritación y picazón. Puede aparecer en varias zonas, como el cuero cabelludo, o la frente además de los parpados.
La Dermatitis seborreica
En este caso, se presentan una serie de excesos de grasa alrededor de los parpados y se generan costras o escamas. Es sumamente molesta e incluso dolorosa, porque hace que la zona normalmente flexible adquiera una rigidez extrema y molesta.
La Dermatitis eccematosa
Es el típico eczema que afecta otras zonas como el cuero cabelludo. Se origina como una infección y es causado por problemas que van desde limitaciones del sistema inmune hasta el estrés por diversas causas.
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Dermatitis medicinal
Causada por el uso de medicamentos que causan alergias. Algunas personas son por ejemplo, alérgicas a la penicilina u otros antibióticos y allí está el problema.
Dermatitis alérgica
Similar a la anterior, pero por causas diversas, polvo, polen, químicos, vapores, las razones pueden ser muchas y variadas. Lo ideal es determinar el origen para poder eliminar la presencia del mismo y adecuar el tratamiento.
El tratamiento de la dermatitis en los parpados
En condiciones ideales, se trata de un problema de muy poco impacto en el largo plazo. Puede tratarse de manera inmediata y con cierta facilidad relativa. Sin embargo, nuestra primera recomendación siempre será que acudas al médico para que evalúe la realidad de tu problema. Ahora bien, después de esta visita, hay cosas que puedes hacer y que no causaran consecuencias graves, si no prolongas la aplicación al ver que no hay resultados.
El lavado frecuente
La higiene es la mejor herramienta para cualquier tipo de infección. Lo esencial en este caso es que los lavados sean efectuados con la mayor suavidad posible. Esta es una zona muy delicada y el contacto directo con otras estructuras, siempre implica riesgos que no debes correr. Esta actividad no debe superar los 7 a 10 días. Si el problema persiste, lo ideal es acudir al oftalmólogo.
Aplicación medicinal
En el caso de acudir a tu médico, seguramente te recomendará medicación. La misma generalmente se refiere al origen de la enfermedad y en casos como los problemas asociados a alergias, la recomendación común es el uso de corticoides tópicos o antihistamínicos. Normalmente la administración será vía oral para mayor efectividad en casos que superen el tiempo prudencial.
Acciones preventivas cuando presentamos dermatitis en los parpados
La prevención siempre es una herramienta necesaria. La resequedad en los parpados implica un problema que puede derivar en consecuencias para otras zonas delicadas. Por ello, se hace necesario que realicemos determinadas acciones preventivas, tales como:
- Limpieza constante con productos que no produzcan alergias
- No te frotes los parpados. Entendemos que la picazón es sumamente molesta y que la tentación es muy fuerte, pero recuerda: esta es una zona delicada y frotarse implica debilitarla.
- En el mismo marco de la higiene constante, recuerda lavar tus manos frecuentemente. Estas entran en contacto permanente con la zona de los parpados y lo ideal es mantener limpia cualquier área de acercamiento. Esto también implica alejar sustancias que producen alergias, porque las manos son el primer vehículo para dicha condición.
- Controlar los cambios bruscos de temperatura. Esta es una causa frecuente de problemas a nivel de cualquier sector delicado de la piel. Es bueno tener presente que la piel es un órgano regulador de la temperatura. Esto implica que es muy sensible a cualquier cambio y estas zonas como los parpados son todavía más sensibles.
- La hidratación constante, es un punto crucial, la resequedad es precisamente eso, falta de líquido en un área determinada. Para ello, lo ideal son productos de PH balanceado, que no contengan químicos fuertes que puedan producir reacciones adversas.
- Debes tener cuidado con el detergente que usas para la ropa, sobre todo la que usas en la parte superior del cuerpo. Lo ideal es que sea neutro y mientras tengas la dermatitis palpebral, evita el uso de suavizantes.
- Evita el uso de maquillaje. Si te resulta imprescindible, ubica productos con recomendación para pieles sensibles, pero lo ideal es que no uses nada mientras dura el problema.
- La última recomendación y la que más impacto puede tener en la solucion de tu problema de resequedad, es la visita periódica al oftalmólogo. No se trata solo de verificar el problema en el momento, sino de reconocer su incidencia en el largo plazo.
Tratar la resequedad en los parpados es un asunto de mucho sentido común. Lo adecuado e ideal es evitar situaciones de riesgo que puedan causarte problemas.