Nuestros ojos son dispositivos de un valor incalculable, todo en ellos, es fundamental para nuestra vista. Nadie duda que sean extremadamente delicados y de allí el cuidado que ponemos en su protección. Algunas situaciones que suceden alrededor de estos órganos, pueden causar consecuencias graves. Entre estas, una de las más severas se refiere al desprendimiento de la retina, una situación que puede derivar en la pérdida total de nuestra capacidad de ver. A continuación te explicamos que es el desprendimiento de retina, sus causas y tratamientos.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Qué es la retina y cuál es su función?
Para que comprendas la importancia de esta parte de tu ojo, lo ideal es que conozcas su funcionamiento. La retina es una membrana que se encuentra en la parte posterior del ojo. Haciendo una analogía, se trata de la pantalla en la que se recoge la luz que entra por el frente del sistema de visión. Esta membrana, es la encargada de recibir la luz refractada y transmitir la misma a través del nervio óptico para su correcta decodificación en imágenes comprensibles. Cuando la retina falla en su trabajo, no podemos enfocar la luz y nuestra vista se hace borrosa o nula.
El desprendimiento de la retina: ¿Por qué es tan peligroso?
Imagina una serie de capas superpuestas dentro de tu ojo. La retina es una de ellas y es extremadamente sensible. La irrigan muchos vasos sanguíneos y su funcionamiento es delicado y especifico. Si la misma se desprende, le resulta imposible enfocar y generar imágenes adecuadas para enviar al cerebro. Como todo tejido débil, el paso del tiempo después de su separación, hace imposible que regrese a su forma original y por lo tanto a su trabajo habitual.
Causas para el desprendimiento de la retina
Hemos señalado en innumerables ocasiones que nuestros ojos son extremadamente delicados y su funcionamiento, muy específico. La naturaleza genera mecanismos para impedir que se presenten problemas graves sin una razón externa muy poderosa y este es el caso del desprendimiento de la retina que no es una situación común. Sin embargo, puede adjudicarse a una serie de eventos tales como:
- La edad es la primera condición, porque la misma puede estimular el endurecimiento del vítreo que genera un encogimiento. Al suceder esto, existe una fricción capaz de desprender ligeramente la retina, sobre todo cuando el vítreo termina por adherirse a la misma.
- Las misma causa anterior, pero como consecuencia del uso de lentes, sobre todo para ver de lejos. Es decir, un endurecimiento del vítreo por la enfermedad que nos obliga a usar lentes, así como la forma del ojo particularmente en personas con miopía.
- Intervenciones quirúrgicas de la vista en zonas relativamente cercanas a la retina. Se presenta fundamentalmente en operaciones de cataratas y glaucoma que son muy agresivas con las estructuras internas del ojo.
- La medicación para el manejo de glaucoma que hacen la pupila más pequeña, es el caso de la pilocarpina.
- Lesiones oculares graves por accidentes de todo tipo.
- El desprendimiento previo en el otro ojo, que genera sobreesfuerzo y si existe una condición previa puede estimular el desprendimiento en el ojo sano.
- Debilidad en los tejidos de la retina.
- Existe un condicionante hereditario, algunas familias son más propensas a este tipo de situaciones por debilidad heredada en la retina.
- Enfermedades o condiciones preexistentes como la diabetes o anemia drepanocítica, que generan debilidad en las membranas como la retina. El caso de los diabéticos es particularmente propenso cuando es la causa de una retinopatía diabética.
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Síntomas
Este proceso que termina en el desprendimiento total puede ser paulatino y comenzar con pequeñas situaciones que terminan por ser críticas. Entre otras señales debes estar pendiente de:
- Luces parpadeantes que aparecen de repente. Similar al centelleo que observamos cuando nos golpeamos fuertemente la cabeza. El famoso “ver estrellas”.
- Moscas volantes, pequeñas formas de tono oscuro que se aprecian en el ojo, como líneas o telarañas.
- Áreas sombreadas en nuestra visión periférica. La misma se relaciona con el campo de visión indirecto, zonas que notamos pero no enfocamos directamente.
- Visión borrosa y dificultades de enfoque.
- Se aprecia en ocasiones, como una cortina gris que cubre lentamente el campo de visión.
Tratamiento
El desprendimiento de la retina es un evento grave y no es posible una solucion que no implique una intervención. Se trata además, de una operación que debe realizarse lo más rápidamente posible, una vez que se ha detectado el problema, porque se hace crónico y difícil de solucionar posteriormente.
En esta intervención, se realizan algunos procedimientos particulares, como por ejemplo:
- Cierre escleral. Se trata de un procedimiento relativamente sencillo aunque delicado. Se coloca una banda de silicona en la parte exterior del ojo, es decir la esclera. La misma tiene la función de reducir la tracción sobre la retina, estimulando que la misma regrese a su posición original.
- La operación anterior, muchas veces se agrega con otros procedimientos destinados a fusionar la retina a su tejido de apoyo, el epitelio pigmentario retinal. Una opción es la vitrectomía, en la que se extrae parte del fluido del cuerpo vítreo y se reemplaza con silicona para mejorar la forma del ojo y estimular a la retina para que regrese a su lugar.
- Retinopatía neumática, que es similar al anterior, pero lo que se inyecta es un gas inerte que tiene la función de optimizar la forma del ojo.
- Criopexia, una intervención que utiliza una sonda criogénica para soldar la retina a su sitio y eliminar el problema.
Como puedes observar, se trata de procedimientos relativamente complejos, extremadamente delicados. La esencial en estos casos, es seguir las indicaciones de un oftalmólogo especialista en retina.