Una de las primeras cosas que hacemos los padres primerizos es revisar a nuestro bebé de arriba abajo buscando algún problema. Pies, dedos, manos, cuerpo en general, su cara y los ojos. En algunos casos, estos tardan algún tiempo prudencial en abrirse y mostrarse de manera efectiva. Una duda persistente, es la relacionada con el movimiento de los ojos una vez que se hacen funcionales para ser observados. Notamos que no parecen estar coordinados, al menos no desde nuestra perspectiva intuitiva. Pensamos que uno de los ojos se esconde hacia un lado y el otro queda fijo. En fin, pensamos en la condición de estrabismo y que nuestro hijo puede padecerla. Pues bien, no es tal, al menos en la enorme mayoría de los casos. Sin embargo, un pequeño porcentaje termina por presentar el problema y de allí que sea necesario saber cómo identificar el estrabismo en bebés.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Primero que nada ¿Qué es el estrabismo?
Se trata de una dolencia ocular en la que existe la posibilidad que ambos ojos no se coordinen para la correspondiente visión binocular. Este problema responde a muchas causas, algunas si no la mayoría, de carácter motriz, condiciones en la musculatura que compone el sistema de movimiento para nuestros ojos. Es una situación suficientemente documentada y que tiene soluciones diversas. Sin embargo como se presenta en edades tempranas, el proceso para detectarla y manejarla debe ser sistematico.
¿Por qué sospechamos más del estrabismo en los bebés?
La razón es sencilla, el movimiento para acondicionar los ojos al proceso de visión es lento y sobre todo, novedoso a nivel consciente e instintivo. El fortalecimiento de los músculos correspondientes, mejora precisamente en función del movimiento que aparenta ser descontrolado y poco coordinado.
Un hecho importante se refiere a que la exposición a estímulos visuales es novedosa para el niño y por ende, no comprende muy bien un ambiente diferente al que identifica al útero materno. Es decir, se trata de un proceso de exploración para gestionar su vida en el exterior.
Además, la conformación facial en los recién nacidos, puede presentar algunas limitaciones que estimulan este tipo de inconvenientes iniciales. Por ejemplo, el puente nasal aplanado y la forma de los ojos, pueden dar una sensación equivocada en cuanto a la posición que asumen los ojos al enfocar.
Duración del estrabismo transitorio o aparente
Se trata de un proceso que no dura mucho tiempo, solo los primeros meses a lo sumo. Con el tiempo y la práctica, la posición ocular mejora y se hace coordinada. El estrabismo convergente, aquel que se caracteriza porque los ojos van hacia adentro, dura hasta los tres meses. La exotropía o estrabismo hacia afuera, puede durar un poco más, hasta los seis meses.
Cuándo debo preocuparme y qué debo hacer
Pasado el tiempo que señalamos en el punto anterior y sí el bebé no muestra mejora en la posición de los ojos, lo ideal es consultar al oftalmólogo pediátrico. El estrabismo es relativamente fácil de manejar, cuando se interviene en los primeros meses de la detección.
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Síntomas
Evidentemente, la falta de alineación ocular es el síntoma más evidente. También es posible considerar como un síntoma las dificultades para identificar la fuente de un determinado estimulo visual. Otro síntoma es el movimiento inusual para el enfoque, porque intenta ver con un solo ojo.
Causas del estrabismo
En la mayoría de los casos es un problema asociado al acondicionamiento de los ojos, así que no reviste mayor problema hasta pasados seis meses. Otras causas asociadas son:
- Congénito, por lo que se debe a una formación específica de los órganos oculares al momento de la concepción y el nacimiento.
- Por pérdida de visión en un ojo. Si uno de los ojos no funciona de manera adecuada, se presenta una presión excesiva sobre el otro. De esta forma, el cuerpo abandona por así decirlo, la actividad en el ojo problemático y lo desvía. Este problema se identifica como ambliopía u ojo vago.
- Defectos refractivos que implican un sobreesfuerzo en el enfoque y generan problemas para que ambos ojos se coloquen en la posición adecuada.
- Enfermedades oculares que inciden en el proceso de acomodación de la estructura ocular.
Diagnóstico del estrabismo en bebés
La mejor manera de evaluar la presencia del estrabismo en bebés es a través de:
- Revisión permanente de la alineación ocular. Los padres debes evaluar o monitorear esta condición, sobre todo asumiendo que se trata de un proceso de acondicionamiento dinámico y progresivo. Esto implica que con el paso del tiempo el bebé debe mejorar de manera constante.
- La posición inadecuada de la cabeza para realizar el enfoque que además genera torticolis o dolor en el cuello.
Tratamientos
Una vez que se ha detectado la presencia efectiva del estrabismo en el bebé, se debe acceder a una serie de procedimientos que se relacionan con las causas. Es decir, cada situación es particular y para cada niño existe una forma de abordarla.
- En el caso de la ambliopía u ojo vago, se realiza una oclusión ocular con la colocación de un parche en el ojo sano. La idea es obligar a trabajar al ojo con problemas para alinearlo correctamente.
- Inyección de toxina botulínica, que debilitan el funcionamiento de los músculos asociados al movimiento de los ojos para realinear a partir de dicha debilidad.
- Intervenciones quirúrgicas para obligar a la posición correcta a través de una cirugía específica, correctiva de la función muscular. El problema de estas es la edad del niño, porque toda intervención conlleva un riesgo, normalmente se realiza cuando el paciente ha crecido lo suficiente para tolerar la intervención y el manejo postoperatorio.
Ahora bien, lo verdaderamente fundamental en el caso del estrabismo en bebés se refiere al diagnóstico temprano. La constante evaluación es una tarea que deben realizar los padres con cierta frecuencia.