La estética facial tiene un elemento central en nuestros ojos. La razón es sumamente sencilla de comprender, toda vez que lo primero que ve una persona de nosotros, son los ojos. De allí que hagamos un esfuerzo porque estos se presenten de la mejor manera posible ante los demás. Sin embargo, algunas condiciones los afean y, además, inciden en nuestra capacidad de ver adecuadamente. Es el caso de la ptosis palpebral o parpado caído. A continuación, haremos referencia a este tipo de problemas, sus causas y posibles tratamientos.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Sobre la función de los parpados
Antes de entrar en materia, deberíamos comprender lo mejor posible porque una ptosis palpebral es un problema real. Los parpados son la primera y principal protección de nuestros ojos. Si asumimos que el resto del sistema es sumamente delicado, no solo por su función, sino por su estructura, comprenderemos lo vital que implica el cuidado de los parpados. Los mismos recubren el globo ocular, impidiendo que objetos extraños entren al mismo. Además, funcionan como un control para los excesos de luz o para peligros inminentes.
En su funcionamiento, resulta esencial que tengan la capacidad de cerrarse o abrirse según sean las necesidades particulares del sistema de visión. De allí que cualquier eventualidad que impida su actividad adecuada, deba considerarse como un peligro inminente.
¿Qué es la ptosis palpebral?
Se trata de lo que popularmente conocemos como parpado caído. También se le conoce como blefaroptosis. El mismo se presenta cuando el parpado superior desciende más de lo normal o deseable, haciendo difícil la apertura para ver o proteger el globo ocular.
Consecuencias de la ptosis palpebral
Podemos considerar los efectos desde tres perspectivas:
- En la salud visual, evidentemente, cualquier tropiezo para abrir o cerrar los parpados afectarán el procesamiento de información a través de los ojos. Pero, además, tiene una consecuencia directa en el cansancio visual, debido al sobre esfuerzo que debe realizarse para poder adaptar los ojos a las necesidades visuales. Esto afecta también la capacidad de enfoque y por lo tanto toda la vista. En los niños es posible que genere la aparición de ojo vago.
- En la salud general, suele estar relacionada con problemas musculares en el cuello o tortícolis, sobre todo por la posición que debemos adoptar para poder ver adecuadamente. Así mismo, problemas en las vértebras cervicales, también por la posición.
- Estéticas, la caída del parpado evidencia un exceso de tejido que da la impresión de cansancio permanente, además de las evidentes condiciones anormales del parpado.
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Tipos de ptosis palpebral
Esta dolencia puede clasificarse en función de diversos elementos, por su posición, su origen o causa:
- Por su posición, puede ser unilateral afectando un solo ojo, o bilateral cuando afecta los dos. La primera es la más común. Un dato interesante que resaltar es que cuando la apertura del parpado no logra superar la pupila, el tratamiento debe ser urgente, sobre todo en la ptosis bilateral.
- Congénita, se refiere a aquella condición con la que nacemos y que tiene que ver con el músculo que se encarga de elevar los parpados.
- Aponeurótica, como consecuencia del envejecimiento de los tejidos. Desde el punto de vista de las causas que la originan es la más común. La relajación del músculo encargado de elevar el parpado, genera este tipo de problema, sobre todo con la edad y la degeneración de los tejidos musculares.
- Neurogénica, que como un nombre indica, se refiere a la ptosis generada por la falta de estímulo nervioso al músculo.
- Mecánica, en el caso que el músculo encargado no realiza su función y no se debe a la degeneración de tejidos, sino a otras causas que deben determinarse.
- Otras afecciones que limiten el funcionamiento, bien de los músculos o nervios, como traumas en el área ocular, alergias, enfermedades musculares o neurológicas entre otras.
Síntomas del parpado caído
La evidencia no deja espacio para la duda, pero existen algunas situaciones que permiten reconocer que se está próximo a sufrir de ptosis palpebral. Lo primero es la sensación de pesadez en el parpado aun cuando no la evidencia de que el mismo no suba o baje de manera normal y adecuada.
Asimismo, se produce una reducción del campo visual que nos impide enfocar adecuadamente, generando adicionalmente, cansancio visual, que corresponde precisamente con un síntoma más evidente. Además, tendemos a inclinar más la cabeza para poder ver o incluso ayudar a levantar manualmente el parpado. Por ello, en el diagnóstico lo primero que se hace es verificar el funcionamiento de los músculos encargados y en dicha valoración se puede apreciar si el problema obedece a la ptosis palpebral o si es producto de crecimiento anormal de tejido.
Tratamientos para el parpado caído
En este caso, lo esencial es el diagnóstico previo que permita valorar la acción a tomar. Ahora bien, una vez que se ha detectado el problema en el músculo, se pueden realizar varias acciones:
- Acortamiento del músculo para reforzarlo a través de una intervención.
- Reforzamiento del músculo del parpado mediante una incisión en el pliegue de este, que se denomina vía anterior, porque es por el frente de este. La cicatriz es inapreciable porque queda disimilada con el pliegue del parpado.
- La técnica de Putterman que se denomina también por vía transconjuntival, es decir, que no se realiza incisión, sino que se trabaja entre la conjuntiva y el parpado.
- Técnica de suspensión frontal, en la que se conecta el parpado con el músculo y cuando el paciente levanta las cejas, logra hacer lo mismo con los parpados.
- Es importante acotar que no es posible prevenir la ptosis palpebral y, por ende, su tratamiento debe ser inmediato, sobre todo en el caso de los niños, por las consecuencias que puede tener en el largo plazo.
Resulta esencial comprender la importancia de este problema para nuestra salud visual en general. Debe atenderse de manera inmediata para evitar complicaciones posteriores.