Si has estado en un lugar con luz muy tenue, casi a oscuras, probablemente tus pupilas se han dilatado. Es un mecanismo del ojo para garantizar el mayor acceso posible de la luz a la retina. Este proceso se conoce como midriasis y el mecanismo que se activa, se denomina visión escotópica. Resulta lógico pensar que la entrada de luz al ojo sea regulada para poder decodificarla adecuadamente y por ello, la pupila se cierra con el exceso o se dilata con la reducción de esta. A continuación, explicamos de que se trata la midriasis, cuando la misma se hace recurrente, qué la causa y como tratarla.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Qué es la midriasis?
Como indicamos anteriormente, hacemos referencia a una apertura de la pupila para permitir que entre la mayor cantidad de luz posible. Es un acto reflejo, que funciona en la medida en que necesitamos un máximo de iluminación en sitios oscuros. En ocasiones, puede ser un proceso que no resulta adecuado en función de la necesidad que presentamos, sino que la pupila permanece dilatada más allá de lo requerido.
Causas de la midriasis
Como indicamos, es un acto reflejo en el que las fibras musculares del ojo funcionan como sistema de apertura o cierre de la pupila. Esto puede suceder cuando:
- Nos encontramos en un sitio con iluminación muy débil. El proceso suele durar muy poco, si no existe problemas, por lo menos hasta que el ojo logra una adaptación aceptable a la situación.
- Al despertar, esto debido a que las pupilas requieren de un tiempo para adaptarse de pasar de descanso, sin luz a un estado de alerta que requiere iluminación.
- En casos de exámenes médicos que requieren de reconocer el paso de luz máximo en condiciones de consulta oftalmológica. El proceso se logra a través de un estímulo químico y tiene fines de diagnóstico.
- Cambios que provocan tensión emocional que se ve reflejada en la pupila. Se trata de un mecanismo de protección que se activa ante la posibilidad de un peligro inminente. Puede deberse a un recuerdo implantado en nuestra genética, debido a que en las condiciones ambientales en las que se desarrolló la vida de los primeros seres humanos, la oscuridad era normalmente el ambiente más peligroso.
- Consumo de drogas o químicos vasodilatadores. El alcohol y algunas drogas facilita una excitación de las fibras musculares del iris, produciendo un movimiento involuntario de la pupila que puede ser también de cierre.
- Algunas enfermedades neurológicas que disminuyen el control muscular o en casos de accidentes cerebrovasculares que reducen la capacidad de respuesta general del área ocular. En este mismo punto podemos ubicar las lesiones al nervio trigémino, que ocasiona que la pupila quede permanentemente dilatada.
- En situaciones de estrés por trauma, que generan dificultades de adaptación como en los paros cardiorrespiratorios. Este fenómeno se conoce como midriasis arreactiva simétrica y señala una lesión cerebral grave.
- Problemas asociados a la estructura del ojo, por diversos elementos que componen el proceso de dilatación o contracción de la pupila. En estos casos, muy raros, se da que la dilatación sucede en un solo ojo.
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La dilatación de la pupila como problema médico
En algunos casos, el proceso de adaptación dura más de lo normal, o se acompaña con otros fenómenos que consideraríamos anormales. En estos casos, debemos tomar nota y de inmediato visitar a nuestro oftalmólogo para solventar cualquier posible problema asociado. Algunos síntomas importantes serían la visión borrosa, doble perfil en los objetos, dolor de cabeza o en los ojos, perdida de la visión que no retorna de manera paulatina y rápida. Así mismo, náuseas, dolores en el cuello, excesiva sensibilidad a la luz entre otras situaciones.
¿Por qué se dilatan las pupilas en un examen oftalmológico?
La idea del examen es que el mismo sea profundo y se detecten cosas en toda la estructura ocular. Cuando se dilata la pupila, es fácil apreciar lo que ocurre en el fondo del ojo y si existen algunas malformaciones que indiquen problemas de refracción. Se trata de un procedimiento que, además, es sumamente seguro y necesario por lo demás. Las sustancias que se administra a través de un colirio específico son inocuas y solo generan un malestar momentáneo. Así mismo, no causa dolor y puede ser realizado de manera ambulatoria, con la simple precaución de comprender que no se podrán realizar actividades que demanden de la visión completa.
¿Qué tan problemática es la midriasis?
Esta es una pregunta fundamental porque se trata de una preocupación constante de muchos que no conocen mucho del funcionamiento de la vista. En los casos que hemos expuesto, es lógico que exista alguna necesidad de dilatar las pupilas para mejorar la adaptación a la oscuridad. En otros, la dilatación es más bien un síntoma de otros problemas asociados, por lo que no adecuado es recurrir a un oftalmólogo, si es una situación recurrente o que nos cause algún malestar adicional.
En líneas generales, la dilatación no es un problema serio, pero siempre es necesario acceder a un proceso de diagnóstico para reconocer situaciones que puedan ser peligrosas.