Muchas enfermedades de los ojos tienen que ver con el problema de la luz y su refracción. El impacto de la luz en algunos elementos que componen el sistema visual define la manera en la que se presentan los problemas. En algunos casos como el queratocono, se hace evidente, siendo detectable a simple vista. Esta es una enfermedad de riesgo moderado si no se detecta a tiempo. Su carácter irregular, además, hace imprescindible el manejo por parte de un oftalmólogo de confianza. En este artículo te explicaremos algunos puntos sobre su origen, así como los síntomas y la manera de corregirlo.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Explicando qué es y cómo se produce el queratocono
Se trata de una afectación de la córnea a la que también se identifica como ectasia. El problema surge cuando se presenta una malformación en el tejido corneal y el mismo, se hace tan débil que crea una protuberancia. Debemos recordar que el sistema visual funciona con un equilibrio muy exacto entre los elementos que lo componen. Cualquier distorsión en el grosor de la córnea, por ejemplo, afecta la visión final de la persona.
Hasta ahora no existe una explicación definitiva en torno a porque se produce el queratocono, pero se trata de una debilidad en la composición de la córnea. Existe un componente proteico esencial denominado colágeno que aporta flexibilidad a ese tejido. En estos casos, se presenta una deformación por la debilidad del epitelio de la córnea generando que la misma pierda su forma y consistencia. Algunas investigaciones han detectado que el debilitamiento puede ser parte de un desequilibrio en las enzimas que componen la córnea.
Causas del queratocono
Se trata de un área que todavía se explora, pero que en función de datos estadísticos podemos fijar en varias condiciones:
- La primera se refiere a la predisposición genética. Es común observar que varios miembros de una misma familia puedan padecerlo y esto induce a pensar en esta variable.
- Sobreexposición a la luz del sol. Se relaciona fundamentalmente con el impacto inadecuado de los rayos ultravioleta.
- Manipulación inadecuada de los ojos. Por ejemplo, cuando nos frotamos excesivamente y esto se convierte en una costumbre. O cuando intentamos retirar algún objeto extraño y lo hacemos de manera inapropiada, lastimando la córnea y debilitándola.
- Mal manejo de lentes de contacto, que evidentemente mantienen roce con el tejido corneal.
Síntomas del queratocono
Primero debemos entender que el queratocono se presenta desde muy temprano, generalmente desde la adolescencia. En estos casos, la persona puede presentar síntomas como:
- Tendencia a ver borroso dificultando el enfoque de objetos tanto cercanos como lejanos. Por ello, se habla de un astigmatismo irregular y una miopía progresiva, es decir, se va haciendo más intensa y frecuente.
- Se presenta una alta sensibilidad a la luz no solo intensa sino de todo tipo de resplandor. Las fuentes luminosas generalmente obligan a entrecerrar los ojos por la incomodidad.
- Cambios en la formulación de anteojos porque es un problema derivado de una irregularidad relativa de la córnea. Por ello, es tan importante la revisión oftalmológica permanente y sobre todo temprana.
- El punto anterior, tiene que ver con la irregularidad de la córnea, que implica diversidad en la forma e intensidad con la que impacta la luz en el ojo y por lo tanto en la correspondiente decodificación.
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Consecuencias del queratocono
Existe una consideración importante antes de abordar el manejo o tratamiento de esta enfermedad. No existe una cura efectiva ni prevención para su aparición. Por ello, es una dolencia que puede tener consecuencias graves si no se maneja adecuadamente en sus fases iniciales. De hecho, cuando se encuentra en sus fases avanzadas, la posibilidad real de solución es un trasplante de córnea con todo lo que ello implica.
Sin embargo, en sus fases iniciales, las consecuencias son tan severas como compleja sea la forma que adquiere la córnea al debilitarse. La vista borrosa, así como una limitación para todo tipo de enfoque son las consecuencias inmediatas. El ojo con queratocono tiene la tendencia a generar tanto astigmatismo como miopía, lo que dificulta el tratamiento efectivo. Así mismo, es importante que el paciente conozca algunas cosas que pueden empeorar el queratocono como el frotamiento excesivo.
El tratamiento del queratocono
Como hemos apreciado en los puntos anteriores, el queratocono es una enfermedad variable, que depende de la irregularidad que presente la córnea. Por ello el tratamiento suele ser igualmente variable, dependiente de la intensidad del problema. Un punto esencial es que mientras más temprano se detecte, mejores serán los resultados. Es una enfermedad que suele aparecer en la adolescencia y que se estabiliza alrededor de los 30 años.
Sin embargo, algo que debemos entender es que no tiene una cura total, que disminuya o elimine el problema, se trata simplemente de alternativas que ralentizan la evolución de este.
- Gafas recetadas por un especialista que valore el problema y su evolución, así como su situación actual.
- Lentes de contacto semirrígidas que igualmente deben ser recetadas por un especialista. Además, colaboran en ofrecer rigidez al tejido corneal.
- Una intervención para colocar anillos intraestromales o intracorneales. Fundamental que esta técnica se aplique en las fases iniciales de la enfermedad cuando la córnea todavía mantiene cierta fortaleza. Además, se combina con otras aplicaciones como la implantación de lente fáquica. Se trata un tratamiento para regularizar la forma del tejido corneal y tiene un carácter reversible.
- El crosslinking, que es una técnica destinada a mejorar la composición del tejido corneal a través de la aplicación de vitamina B12, activadas a través de luz ultravioleta. Es un tratamiento complementario que hace más lento el desgaste del citado tejido sobre todo en lo relativo al colágeno lo que impide que siga deformándose. El área se protege con una lente que se retira posteriormente, no es doloroso y de hecho es ambulatorio.
- Finalmente, el trasplante de córnea, intervención de última instancia, cuando el tejido se encuentra tan debilitado que no acepta ninguna otra opción de tratamiento.
En líneas generales, el queratocono es una enfermedad que requiere de mucho cuidado y de evaluación constante. Sus consecuencias pueden llegar a la pérdida total de la visión si no se trata adecuadamente.
