La hipermetropía es un error de refracción que dificulta la visión clara de objetos cercanos. En este caso, la convergencia de la luz en el cristalino es defectuosa y ocasiona que los rayos de luz impacten más allá de la retina causando el problema. Es bastante común que la hipermetropía que se acelera con la edad y que representa dolencias asociadas como el dolor de cabeza y la pérdida de concentración en trabajos como la lectura. Asimismo, es común que se presente fatiga ocular y que debamos suspender algunas actividades por la visión.
En este artículo haremos referencia a la clasificación correspondiente a esta enfermedad, así como a los tipos que se generan en función de criterios específicos.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Clasificación de la hipermetropía
Previamente, debemos decir que el problema relacionado con la hipermetropía se refiere, mayormente, a malformaciones en las estructuras oculares. En efecto, lo más común es que se deba a una forma recortada del globo ocular o a que la córnea sea muy plana. De esta forma podemos encontrar:
- Hipermetropía de curvatura: Hace referencia a una formación inadecuada de la primera cara del cristalino. Esta menor a lo necesario y crea una curvatura inadecuada.
- Hipermetropía Axial: hace referencia a un eje óptico recortado. El mismo es una línea imaginaria que atraviesa todo el plano de visión y que, en condiciones normales, debe formar un ángulo recto.
- Hipermetropía de índice: se refiere al índice de refracción de los medios transparentes del ojo. Por ejemplo, si el cristalino genera una refracción inadecuada.
- Hipermetropía latente: Se produce cuando el músculo ciliar compensa el error de refracción. Este tipo de problema reduce las posibilidades de captar la condición en periodos tempranos. Sin embargo, tarde o temprano, y, sobre todo, por desgaste el mismo, aparecerá.
- Hipermetropía manifiesta: se produce cuando el músculo ciliar no compensa el problema y el mismo se hace evidente. Existen tres tipos:
- Hipermetropía facultativita. Que se relaciona con la capacidad de compensar el problema a través de un esfuerzo realizado para acomodar la estructura ocular.
- Hipermetropía absoluta: no se puede compensar ni con el esfuerzo acomodativo, ni con el funcionamiento extraordinario del músculo ciliar.
- Hipermetropía total: combina las dos anteriores y tiene un factor de gravedad importante.
Tipos de hipermetropía
En este caso, hacemos referencia a la constitución del problema desde la perspectiva de su complejidad. En estos casos tenemos los siguientes:
- Hipermetropía simple: Es la más común, podríamos afirmar que se trata de la hipermetropía infantil que se hace crónica debido a que no terminan de desarrollarse algunas estructuras oculares. Es común que el eje antero posterior del globo ocular se encuentre infra desarrollado.
- Hipermetropía compuesta, como su nombre indica, se trata de la suma de varios factores, entre los que se encuentran: el vítreo es muy corto y la córnea muy plana. La combinación correspondiente genera problemas de refracción de la luz en la retina.
- Hipermetropía mixta: se trata de una combinación de los mismos factores anteriores, pero con diferente posicionamiento. Si tenemos la córnea plana y el vítreo más largo o si la córnea es más curva y el vítreo es más corto. En todo caso, se trata de malformaciones que hacen inadecuado el proceso de refracción.
¿Quieres mejorar tu salud visual?
Confía en las manos de nuestros especialistas y programa tu cita rellenando este formulario.
Otras consideraciones sobre la hipermetropía
Un punto interesante que se debe valorar cuando se estima la clasificación de la hipermetropía se relaciona con la detección y tratamiento. En este caso, existe un tipo de hipermetropía infantil que se relaciona simplemente con la edad.
Se asume que al ser un defecto de carácter estructural que además tiene un fuerte componente hereditario, se hace necesario valorarlo desde temprana edad. Asimismo, se trata de un problema asociado a la herencia y, por tanto, es un factor que tomar en consideración para el momento del diagnóstico en periodos tempranos.
Otra consideración entorno a la clasificación que hemos presentado es que, la detección temprana permite establece el manejo o tratamiento posterior. Hemos observado que cada tipo mantiene una referencia con la forma de las estructuras oculares. Esto implica un manejo particular de tratamientos quirúrgicos en función de lo que se detecta al momento de establecer qué tipo de hipermetropía presentamos.
Una vez que se hace la valoración del tipo y clase de hipermetropía, el oftalmólogo puede proceder a evaluar cuestiones como el grosor de la córnea o la condición del cristalino. Si se decide que la intervención es posible en función del diagnóstico, entonces queda un pequeño camino por recorrer que incluye exámenes preoperatorios. Cosas como medición de la tensión ocular, determinación de la agudeza visual, estudio de los segmentos anteriores y posteriores de cada ojo y otros.
Lo importante en este caso es que se trata de operaciones que se hacen cada día más comunes y sencillas. Asimismo, tecnológicamente, se ha avanzado mucho en el manejo de técnicas como la cirugía refractiva laser (también conocida como LASIK) o el implante de lentes intraoculares.
En todo caso, se trata de una intervención que debes discutir ampliamente con tu oftalmólogo de confianza.